Hoy, a primera hora, en la Nueva España salía una noticia:
Parece ser que en Castrillón hay un problema. Resulta que al lado del aeropuerto de Asturias hay un proyecto de polígono industrial, con accesos idóneos al aeródromo y a la autopista del Cantábrico. Que hay empresarios "de Castrillón" que se están estableciendo en "As Pontes" en Galicia por la falta de desarrollo del plan.
Parece ser que nos estamos volviendo locos...
Será por espacio en polígonos... ¿A cuántos kilómetros está el PEPA de Avilés? ¿A cuantos otros similares?
¿Tiene que haber uno en cada pueblo?
Intentemos ser más críticos a la hora de publicar, no vaya a ser que nos dejemos llevar por intoxicaciones inducidas por algunos intereses particulares.
Curiosamente, a estas horas, la noticia ha desaparecido de la edición electrónica.
Es una pista.
Rigor, por favor, que no estamos para frivolidades.
De Asturias al Cielo
miércoles, 7 de diciembre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
Paraíso Natural o séptimo estado australiano
El 25 por ciento de la superficie arbolada en Asturias son eucaliptos. Más de 80.000 hectáreas según datos estimativos.
El anterior gobierno de Álvarez Areces reconocía que no se sabe la cuantía. Habían perdido el control aunque reconocían 58.000. No obstante, la falta de supervisión de la administración está llevando las cifras a superar ampliamente las previstas para los próximos 60 años en su plan propio plan.
En la rasa costera asturiana el problema está adquiriendo carácter de catástrofe.
En lugares como San Tirso de Abres, pueblo ejemplar de Asturias, casi el 100 por ciento de la superficie arbolada está dedicada a esa especie. Lo mismo sucede en toda la costa: de Llanes a Vegadeo no hay otra cosa que estas plantaciones. De las playas a bien entrado en la montaña interior es la especie predominante con diferencia.
El eucalipto es especialmente pernicioso en el caso asturiano: acidifica el suelo y lo esteriliza; consume enormes cantidades de agua en una zona no sobrada de ella, como es la costa; favorece la desertificación y es también hostil a la fauna autóctona. Todo ello sin considerar el terrible impacto paisajístico. Los intereses de la industria papelera no justifican esta destrucción.
Estos problemas, que no son menores por si mismos, ocultan otro aspecto peor si cabe: el coste de oportunidad de perder, al menos, treinta años para haber acometido una reforma forestal que hubiera aprovechado el enorme potencial de la zona costera de Asturias para producir especies maderables de calidad, con todos los aprovechamientos asociados, y las industrias de transformación que podrían acompañarlos.
Hay que añadir el impacto en el turismo, especialmente en el rural. Los clientes de esta actividad, cada vez más informados, no harán otra cosa que rechazar lugares con paisajes terriblemente degradados por el monocultivo eucaliptal, por su falta de interés en todos los aspectos: estético, medioambiental, cultural... Son miles y miles de hectáreas echadas a perder.
La reconversión salvaje del campo asturiano, basada sólo en el abandono de toda actividad agrícola y de la mayor parte de la ganadera, ha llevado a la tolerancia con esta práctica suicida de la plantación indiscriminada de eucaliptos. Es una manera de que los escasos pobladores del campo que quedan, obtengan una renta que los aleje de protesta alguna mientras se extinguen definitivamente.
Una vez más la ignorancia, la prepotencia y la apatía de los que han gobernado Asturias estas, ya, décadas, ocasionan un gravísimo daño muy difícil de reparar en el futuro.
Mientras tanto, seguimos jugando a ocultar la realidad con campañas absurdas llenas de patético triunfalismo.
A pesar de la consigna oficial, tan odiosa por insistente y por ignorante, la realidad es terca.
Abundaremos en este asunto.
El anterior gobierno de Álvarez Areces reconocía que no se sabe la cuantía. Habían perdido el control aunque reconocían 58.000. No obstante, la falta de supervisión de la administración está llevando las cifras a superar ampliamente las previstas para los próximos 60 años en su plan propio plan.
En la rasa costera asturiana el problema está adquiriendo carácter de catástrofe.
En lugares como San Tirso de Abres, pueblo ejemplar de Asturias, casi el 100 por ciento de la superficie arbolada está dedicada a esa especie. Lo mismo sucede en toda la costa: de Llanes a Vegadeo no hay otra cosa que estas plantaciones. De las playas a bien entrado en la montaña interior es la especie predominante con diferencia.
El eucalipto es especialmente pernicioso en el caso asturiano: acidifica el suelo y lo esteriliza; consume enormes cantidades de agua en una zona no sobrada de ella, como es la costa; favorece la desertificación y es también hostil a la fauna autóctona. Todo ello sin considerar el terrible impacto paisajístico. Los intereses de la industria papelera no justifican esta destrucción.
Estos problemas, que no son menores por si mismos, ocultan otro aspecto peor si cabe: el coste de oportunidad de perder, al menos, treinta años para haber acometido una reforma forestal que hubiera aprovechado el enorme potencial de la zona costera de Asturias para producir especies maderables de calidad, con todos los aprovechamientos asociados, y las industrias de transformación que podrían acompañarlos.
Hay que añadir el impacto en el turismo, especialmente en el rural. Los clientes de esta actividad, cada vez más informados, no harán otra cosa que rechazar lugares con paisajes terriblemente degradados por el monocultivo eucaliptal, por su falta de interés en todos los aspectos: estético, medioambiental, cultural... Son miles y miles de hectáreas echadas a perder.
La reconversión salvaje del campo asturiano, basada sólo en el abandono de toda actividad agrícola y de la mayor parte de la ganadera, ha llevado a la tolerancia con esta práctica suicida de la plantación indiscriminada de eucaliptos. Es una manera de que los escasos pobladores del campo que quedan, obtengan una renta que los aleje de protesta alguna mientras se extinguen definitivamente.
Una vez más la ignorancia, la prepotencia y la apatía de los que han gobernado Asturias estas, ya, décadas, ocasionan un gravísimo daño muy difícil de reparar en el futuro.
Mientras tanto, seguimos jugando a ocultar la realidad con campañas absurdas llenas de patético triunfalismo.
A pesar de la consigna oficial, tan odiosa por insistente y por ignorante, la realidad es terca.
Abundaremos en este asunto.
martes, 25 de octubre de 2011
Areces no se arrepiente de nada
Vicente Álvarez Areces, presidente del Consejo de Gobierno del Principado de Asturias durante doce años, no se arrepiente de nada.
El jefe de un gobierno caracterizado por convertir a la administración pública en un trapo; por el gasto desmedido en contratación de servicios paralelos y superfluos; por la creación de todo tipo de empresas parásitas del presupuesto; el faraónico perpetrador de construcciones innecesarias con un coste dos veces superior al estimado inicialmente... No se arrepiente de nada.
Tampoco de haber aceptado el cargo de patrono de honor de la Fundación Niemeyer por más que huela a podrido y no precisamente en Dinamarca. El sabrá.
Lo que no tiene un pase, apelando a la más mínima vergüenza o moral de las que él parece carecer, es hacer afirmaciones como las que hace en su entrevista de hoy en uno de los "patrones de honor" periodísticos del bodrio niemeyerista: http://www.lne.es/aviles/2011/10/25/areces-interpretar-cambios-estatutos-clave-politica-inaceptable-ridiculo/1147154.html
Os dejo algunas de sus perlas:
1. "Interpretar los cambios de los estatutos en clave política es ridículo y absurdo". Claro, sobre todo cuando se hace tras perder unas elecciones, a cuatro días del cambio de gobierno, con nocturnidad y alevosía, y dejando al nuevo equipo de gobierno, elegido democráticamente, al margen de toda decisión en el centro, mientras él y los suyos se aseguran el control. Y teniendo en cuenta, por añadidura, que la administración es casi el único contribuyente en el coste de las obras y de funcionamiento.
2. Califica el lugar de Avilés donde decidió ponerlo de "espacio privilegiado". Os remito al blog hermano http://deavilesalcielo.blogspot.com/ y nos ahorramos los comentarios
3. "El cambio estatutario fue siempre con una concepción debatida en el patronato. Y se fue plasmando. Nadie puso objeciones". Es decir, algo así como la ley de la gravedad. No está mal como frase. Sobre todo si se tiene en cuenta que sí se produjeron objeciones, cosa que él no quiere saber.
4. "La alcaldesa ha hecho una propuesta muy razonable para alcanzar un acuerdo, que es lo que desea todo el mundo. Y que se acabe el expediente de cesión que se inició cuando gobernábamos". Sí, toda una propuesta de diálogo: seguir haciendo lo que teníamos planificado perpetrar y no se hable más. Y con urgencia, claro. La cuestión es que ahora ya no gobiernan.
5. A la pregunta de por qué no se hizo antes la cesión de los edificios responde que "porque estábamos en funciones" y luego se contradice cuando le repreguntan sobre las prisas de última hora, diciendo que "lo que ocurre es que no quisimos dar a entender que lo hacíamos apuradamente intentando que se obviase una decisión que correspondía al nuevo Gobierno". Es decir, no se esperaban perder el gobierno. Cuando lo ven perdido, les entran las prisas.
En fin... la magnífica entrevista retrata un Vicente Álvarez Areces indigno de haber ostentado el cargo de Presidente de Asturias, preocupado sólo por sus propios intereses y absolutamente desvergonzado a la hora de argumentar en contra de la realidad, de sus propias palabras y de los hechos. Una persona que se retrata en cada frase. En definitiva un personaje moralmente inhabilitado para todo cargo público.
Lectura ilustrativa y recomendable. Desde luego, hay que felicitar al periodista
Y este señor, es ni más, ni menos, que número uno a la candidatura del senado por el PSOE. Claro que, el número uno por el Congreso es Antonio Trevín Lombán....
Uff
Fuego
Una de las prácticas tradicionales de la ganadería en el noroccidente español, es la quema del monte en verano y en los otoños, incluso en inviernos secos, para la obtención de pastos. Este jueves pasado, volviendo de Ibias, por la cuenca del Narcea, hacia Avilés. Pudimos comprobar la extensión de esta práctica: montes enteros quemados, arrasados; miles de hectáreas abrasadas, parece que la destrucción paró donde quiso.
Se suelen atribuir, estos eventos, a la tortilla asesina, o al loco pirómano. Lo que nunca habíamos visto es culpar por nadie, medianamente serio, a los rescoldos de hace una semana, como lo hacen en el artículo que hubo que leer hoy en la prensa regional, en relación con el que ocurrió en el Valledor:
http://www.lne.es/sucesos/2011/10/25/fuego-arrasa-valledor/1147358.html .
No podemos saber si fue ocurrencia del periodista o recogió, sin reflexión ni crítica, un comentario de alguien, pero ahí está.
Es más esclarecedor el oscuro párrafo que se contiene en el horrible artículo, un vecino de La Collada dice, según el periodista: "Fue una noche aterradora. Se hizo lo que se pudo por proteger las casas hasta la madrugada y sólo la lluvia permitió controlar el incendio. Gilberto García fue muy gráfico para explicar este fuego: «Alguno creyó que era buena idea. Teníamos que ponerle a él en medio del fuego»".
No creo que sean necesarios más comentarios sobre el asunto. De lo leído, parecería que esta vez a alguien se le fue la mano y acabaron pagando un caro precio algunos de los probables beneficiarios de lo que en otras ocasiones es un modo de trabajo.
Sea por un motivo, sea por otro, que el incendio es una práctica económica en España no admite discusión. Todos los años se producen varias muertes en estos sucesos. Nadie parece responsable.
Lamentablemente, puede que haya que esperar a que la desgracia sea terrible e irremediable para que alguien se tome en serio combatir el fenómeno atacando a las causas, impidiendo los aprovechamientos derivados de él.
Empezamos
Con los mismos motivos y principios del hermano http://deavilesalcielo.blogspot.com/ nace el presente diario.
Esperamos estar a la altura de las motivaciones
Esperamos estar a la altura de las motivaciones
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